El fútbol internacional está de luto. Diogo Jota, delantero estrella del Liverpool y pieza clave en la selección de Portugal, falleció la madrugada de este jueves en un trágico accidente automovilístico en España. Tenía solo 28 años.
El siniestro ocurrió alrededor de las 00:30 horas en el kilómetro 65 de la autovía A-52, a la altura de la provincia de Zamora. En un tramo recto de la carretera, el Lamborghini que conducía Jota se salió del camino tras, presuntamente, reventarse uno de sus neumáticos durante una maniobra de adelantamiento. El vehículo se incendió tras el impacto, según confirmó la Guardia Civil y el subdelegado del gobierno en Zamora, Ángel Blanco.
En el coche también viajaba su hermano, André Silva, de 26 años, quien lamentablemente también perdió la vida. Silva era futbolista profesional del Peñafiel, club de la segunda división portuguesa. Dos hermanos, dos carreras prometedoras, una misma tragedia.
Según fuentes cercanas consultadas por la BBC, Diogo Jota se dirigía a la ciudad de Santander para tomar un ferry rumbo a Liverpool. Tenía que incorporarse a la pretemporada del club inglés. Su elección de viajar por carretera se debió a una reciente cirugía menor en el pulmón, motivo por el cual sus médicos le recomendaron evitar los vuelos en avión.
La pérdida ha causado un profundo impacto en la comunidad futbolística mundial. Clubes, compañeros de equipo y fanáticos de todas partes han comenzado a rendir tributo a uno de los delanteros más talentosos de su generación. Su legado quedará grabado no solo en la historia del Liverpool y de la selección portuguesa, sino también en el corazón de millones de aficionados.