Durante su conferencia matutina del 1 de julio, la presidenta de México, Claudia Sheinbaum Pardo, fue cuestionada sobre el proyecto queretano del Sistema Hídrico El Batán, que plantea el tratamiento de aguas residuales para consumo humano. Su respuesta fue clara: sí es posible reciclar agua, pero solo si se siguen estrictamente los procesos técnicos y la normatividad ambiental vigente.
“La ley mexicana lo permite, pero exige que el agua tratada repose en un cuerpo de agua antes de su potabilización. Es un proceso regulado, basado en evidencia científica”, explicó la mandataria, en alusión a los lineamientos de la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (SEMARNAT).
Sheinbaum subrayó que otros países ya aplican tecnologías avanzadas para convertir aguas residuales en agua potable, con resultados exitosos. Sin embargo, fue enfática en que cada caso debe evaluarse individualmente, y que en el caso del Sistema El Batán será el Congreso local de Querétaro el encargado de determinar si el proyecto cumple con los requisitos técnicos y ambientales necesarios.
“Lo importante es que la ciudadanía sepa que sí existen normas nacionales que permiten convertir agua residual en potable, siempre que se cumplan los procesos establecidos”, destacó.
La presidenta también aclaró que, por el momento, su gobierno federal no desarrolla proyectos de este tipo, aunque reconoció que el tratamiento y reutilización del agua pueden ser una alternativa viable frente a escenarios de escasez. Eso sí: siempre con responsabilidad.
Finalmente, reiteró que toda propuesta en este ámbito debe ser evaluada técnicamente y cumplir con las disposiciones ambientales correspondientes. Una postura firme que abre la puerta a nuevas soluciones hídricas, pero con el respaldo de la ciencia y la ley.