A pesar de contar con orden de aprehensión desde 2018, Juan “N”, alias El Chueco, presunto asesino de dos sacerdotes y un gruía turístico en Chihuahua, vivía de manera normal e incluso patrocinaba a un equipo de béisbol, informó el presidente Andrés Manuel López Obrador.
Desde Palacio Nacional el mandatario cuestionó que la libertad que tenía el presunto asesino de los sacerdotes Javier Campos Morales, El Gallo, Joaquín César Mora Salazar, El Pato, dentro de la iglesia de Cerocahui, en Uriqui, Chihuahua, así como de Pedro Eliodoro, guía turístico.
“Se va a hacer una investigación a fondo, porque es muy extraño, y al mismo tiempo inaceptable (…) y muy sospechoso que una persona así llevara una vida tan normal, porque de acuerdo con un informe de la Fiscalía General del Estado de Chihuahua, era patrocinador de un equipo de béisbol con los antecedentes que ya tenía y conocido en toda la región, con órdenes de aprehensión”, sostuvo.
Aseguró que pese a la recuperación de los tres cuerpos de las víctimas, se continuará con las acciones de investigación para dar con El Chueco y con cualquier otra persona involucrada en el crimen cometido el pasado 20 de junio.
Y es que López Obrador consideró necesaria la investigación para esclarecer el homicidio, así como para conocer por qué El Chueco vivía con tranquilidad.
Cabe mencionar que ayer el propio mandatario informó que el presunto asesino cuenta con una orden de aprehensión desde 2018 por su supuesta participación en el asesinato de un turista estadunidense.
“Hay que ver si no había impunidad, protección, arreglos, acuerdos, con quiénes. Sí vamos a ir al fondo, que se conozca toda la verdad y es seguro que los propios sacerdotes, las madres, saben todo y con mucho cuidado pueden ayudar; además son misioneros”, dijo.
Además reiteró su pésame a la comunidad jesuita y destacó las palabras emitidas por el papa Francisco, quien lamentó el asesinato de los sacerdotes y consideró que la violencia no es el camino para alcanzar la paz.
Por lo anterior, López Obrador sostuvo que su estrategia de seguridad es la idónea, contraria a la llevada a cabo por gobiernos pasados, principalmente en el de Felipe Calderón, en la que el uso de la fuerza era primordial.
“Nosotros no vamos a modificar nuestra estrategia. Este es el camino. Esto es el fruto podrido de una política de corrupción, de impunidad, que se implementó desde los tiempos de Felipe Calderón. No se puede arrancar de raíz, de la noche a la mañana, de un día para otro, un problema que lleva años y que además se propició, se alentó”, afirmó.
Vía Excelsior