Los equipos de rescate nepalíes recuperaron este lunes casi todos los cadáveres de entre los restos de un avión de pasajeros que se estrelló el domingo en el Himalaya con 22 personas a bordo.
Se recuperaron 21 cuerpos y los equipos están buscando el último”, declaró el portavoz del ejército nepalí, Narayan Silwal.
Los controladores aéreos perdieron el contacto con el avión, un Twin Otter de la compañía nepalí Tara Air, poco después de que despegara de Pokhara, en el oeste de Nepal, el domingo por la mañana.
El avión se dirigía a Jomsom, un popular destino de senderismo.
Helicópteros operados por el ejército y empresas privadas desafiaron el mal tiempo el domingo para rastrear esta remota zona montañosa, ayudados por equipos a pie, pero tuvieron que suspender la búsqueda al anochecer.
El lunes se reanudó la búsqueda y el ejército publicó una foto de piezas de aviones y otros restos esparcidos por la escarpada ladera de la montaña, entre ellos un ala con la matrícula 9N-AET claramente visible.
En el lugar del accidente trabajaban unas 60 personas, entre militares, policías, guías de montaña y lugareños, la mayoría recorriendo kilómetros a pie para llegar hasta allí.
Las autoridades indicaron que el avión “sufrió un accidente” a 14 mil 500 pies (4 mil 420 metros) de altura, en la zona de Sanosware de la localidad de Thasang, en el distrito de Mustang.
Analizando las imágenes que hemos recibido, parece que el vuelo no se incendió. Todo está esparcido en el lugar. El avión parece haber colisionado con una gran roca en la colina”, relató el portavoz del aeropuerto de Pokhara, Dev Raj Subedi.
Cuatro ciudadanos indios iban a bordo, así como dos alemanes, y el resto de pasajeros eran nepalíes, entre ellos un ingeniero informático, su esposa y sus dos hijas, que acababan de regresar de Estados Unidos.
Los cuatro indios eran una pareja y su hija e hijo, de 15 y 22 años, que iban de vacaciones en familia, explicó el oficial de la policía india Uttam Sonawane.
Pradeep Gauchan, un funcionario local, dijo que es difícil llegar a los restos y que el mal tiempo estaba dificultando la operación.
Según la web de la Red de Seguridad Aérea, el avión fue fabricado por la compañía canadiense De Havilland y realizó su primer vuelo hace más de 40 años, en 1979.
Tara Air es una filial de Yeti Airlines, una compañía aérea nacional de propiedad privada que vuela a destinos remotos de Nepal.
Su último accidente mortal lo sufrió en 2016 en la misma ruta, cuando un avión con 23 personas a bordo se estrelló contra la ladera de una montaña en el distrito de Myagdi.
El sector aéreo de Nepal ha experimentado un gran auge en los últimos años, transportando mercancías y personas entre zonas de difícil acceso, así como a excursionistas y escaladores extranjeros.
Sin embargo, se ve afectado por importantes problemas de seguridad por la falta de formación y mantenimiento.
La Unión Europea ha prohibido el acceso de todas las aerolíneas nepalíes en su espacio aéreo por motivos de seguridad.
Vía Excélsior